Aquel sábado...
Aguel sábado por la noche decidimos irnos de marcha.
Estuvimo cenando como muchas veces en un restaurante chino que hay en La Malagueta, nos gustaba ir alli porque nos caia cerquita del pub de Diego (tiene otro nombre) le llamamos asi por la amistad que nos une al dueño.
Despues de cenar, siempre nos dirigiamos a pintarnos los labios y darnos un repasito para ir bien guapas.
Nada mas entrar nos ponia nuestras canciones preferidas, en fin que estabamos como reinas.
Como de costumbre la segunda copa nos invitaba nuestro amigpo.
No se cuanto tiempo llevabamos, no sé quizas un par de horas.
Casi siempre los tios se pegaban a mi, porque mis amigas les resultaban un poquillo bordes, la verdad es que yo al menos, siempre les escuchaba, con paciencia.
Aquella noche hice amistad con uno supersimpatico, nos tomamos entre risas no se cuantas copas.
Charlabamos de todo, me conto su vida y yo le conte la mia y por supuesto (como no) tonteamos con los gustos sexuales.
En fin que la temperatura subió, subió...
y los besos no tardaron en llegar.
Nos subimos a la parte de arriba, alli estabamos mas tranquilos.
Entre beso y beso comenzó a meterme mano a acariciarme suavemente.
Sus besos me encantaban, tenian esa mezcla de dulces y apasionados, me gustaba su sabor, me volvia loca de deseo.
Sentia sus manos bajo mi falda, me tocaba los muslos, mi tanga que ya comenzaba a estar ligeramente mojado.
Sentia como su polla se volvía mas dura por momentos, mi mano inquieta la notaba a través de los pantalones.
Estabamos muy exitados, asi que decidimos irnos, pasé de mis amigas, estaba tan caliente...
En el coche, entre cambio y cambio de marcha me metia mano bajo la falda, entonces paro el coche un momento, alli en el paseo maritimo, puso las luces de averia y me bajó el tanga, comenzo a acariciarme el sexo, toda la rajita me metia los dedos y los sacaba. Estaba mojadísima.
Luego bajo un poco y paso por encima del agujero de mi culo. Me preguntó si me gustaba lo que me hacia. le dije que sí, entonces él me dijo - si me dejas te volveré loca de placer esta noche- mientras seguia masturbandome...estabamos a cien...así que puso el coche en marcha y nos fuimos.
Cuando llegamos a su casa, estabamos, muy muy calientes.
Sin preambulos empezamos a desnudarnos,a tocarnos... Notaba su polla durisima, me gustaba su tamaño, la veia tan perfecta. No dejaba de susurrarme guarrerias (que me sonaban a gloria, aunque parezca cursileria),
sin mas nos dirigimos a la cama, nada mas tumbarme me dirigí a comprobar lo dura que la tenia, era ademas el tamaño que me gustaba tener en mi boca, la lamia suavemente de arriba a abajo, despacito.
A veces me quedaba en la punta y la chupaba y chupaba, me gustaba oir como su respiración ese aceleraba por momentos. Agarré su polla con mi mano y sin dejar de moverla, bajé con mi lengua por sus ingles y sus testículos, metiéndomelos en la boca.
Los tenia depilados, suaves...me encantan asi.
Me gustaba oir como gemia, subi de nuevo hasta la punta lamiendo todo con mi lengua y volví a bajar hasta los testículos sin dejar de meneársela, una y otra vez. Una de las veces, llegué hasta su culo, buscando su agujero, mmmmmm me gustaba su sabor, entonces casi gritaba de gusto... entonces el buscó la forma de encontrarse con mi sexo, notaba cómo me transmitia todo su ardor.
Lamia y lamia el clitoris, metiendo sus dedos a la misma vez...y no tardamos, no tardamos en estallar en un maravilloso orgasmo.
Estuvimo cenando como muchas veces en un restaurante chino que hay en La Malagueta, nos gustaba ir alli porque nos caia cerquita del pub de Diego (tiene otro nombre) le llamamos asi por la amistad que nos une al dueño.
Despues de cenar, siempre nos dirigiamos a pintarnos los labios y darnos un repasito para ir bien guapas.
Nada mas entrar nos ponia nuestras canciones preferidas, en fin que estabamos como reinas.
Como de costumbre la segunda copa nos invitaba nuestro amigpo.
No se cuanto tiempo llevabamos, no sé quizas un par de horas.
Casi siempre los tios se pegaban a mi, porque mis amigas les resultaban un poquillo bordes, la verdad es que yo al menos, siempre les escuchaba, con paciencia.
Aquella noche hice amistad con uno supersimpatico, nos tomamos entre risas no se cuantas copas.
Charlabamos de todo, me conto su vida y yo le conte la mia y por supuesto (como no) tonteamos con los gustos sexuales.
En fin que la temperatura subió, subió...
y los besos no tardaron en llegar.
Nos subimos a la parte de arriba, alli estabamos mas tranquilos.
Entre beso y beso comenzó a meterme mano a acariciarme suavemente.
Sus besos me encantaban, tenian esa mezcla de dulces y apasionados, me gustaba su sabor, me volvia loca de deseo.
Sentia sus manos bajo mi falda, me tocaba los muslos, mi tanga que ya comenzaba a estar ligeramente mojado.
Sentia como su polla se volvía mas dura por momentos, mi mano inquieta la notaba a través de los pantalones.
Estabamos muy exitados, asi que decidimos irnos, pasé de mis amigas, estaba tan caliente...
En el coche, entre cambio y cambio de marcha me metia mano bajo la falda, entonces paro el coche un momento, alli en el paseo maritimo, puso las luces de averia y me bajó el tanga, comenzo a acariciarme el sexo, toda la rajita me metia los dedos y los sacaba. Estaba mojadísima.
Luego bajo un poco y paso por encima del agujero de mi culo. Me preguntó si me gustaba lo que me hacia. le dije que sí, entonces él me dijo - si me dejas te volveré loca de placer esta noche- mientras seguia masturbandome...estabamos a cien...así que puso el coche en marcha y nos fuimos.
Cuando llegamos a su casa, estabamos, muy muy calientes.
Sin preambulos empezamos a desnudarnos,a tocarnos... Notaba su polla durisima, me gustaba su tamaño, la veia tan perfecta. No dejaba de susurrarme guarrerias (que me sonaban a gloria, aunque parezca cursileria),
sin mas nos dirigimos a la cama, nada mas tumbarme me dirigí a comprobar lo dura que la tenia, era ademas el tamaño que me gustaba tener en mi boca, la lamia suavemente de arriba a abajo, despacito.
A veces me quedaba en la punta y la chupaba y chupaba, me gustaba oir como su respiración ese aceleraba por momentos. Agarré su polla con mi mano y sin dejar de moverla, bajé con mi lengua por sus ingles y sus testículos, metiéndomelos en la boca.
Los tenia depilados, suaves...me encantan asi.
Me gustaba oir como gemia, subi de nuevo hasta la punta lamiendo todo con mi lengua y volví a bajar hasta los testículos sin dejar de meneársela, una y otra vez. Una de las veces, llegué hasta su culo, buscando su agujero, mmmmmm me gustaba su sabor, entonces casi gritaba de gusto... entonces el buscó la forma de encontrarse con mi sexo, notaba cómo me transmitia todo su ardor.
Lamia y lamia el clitoris, metiendo sus dedos a la misma vez...y no tardamos, no tardamos en estallar en un maravilloso orgasmo.
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