No te conozco, pero tu perfume me llevó a Nimiedades. Me has humedecido lo ojos con las letras de Benedetti. Como me gustaría que leyeras alguno mío, solo un sueño, solo una esperanza, son todos tuyos, como no regalartelos con tanta dulzura. No me hagas caso, siempre espero lo que nunca debo esperar. Te dejo un beso con todo el cariño que me provocó tu lectura. Gracias por tu visita en silencio. Juan desde este Buenos Aires otoñal.
2 comentarios
Juan de la Cruz Olariaga -
desahogandome -
un saludo
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